CHISTES EMPRESARIALES

LOS MEJORES CHISTES EMPRESARIALES CON MORALEJA

Ingenio del vendedor

Un muchacho trabajaba en la verdulería de un mercadito de La Ceiba. Cierta vez llega un señor de traje y le pide media sandia. El muchacho le pide que espere un poquito, que tiene que consultar al jefe. Llegado a la oficinita del fondo, donde estaba el jefe, le dice:
– Jefe, ahí hay un idiota que me pide media sandia...
Estaba apenas terminando de decir ésto, cuando se dio cuenta que el tipo lo había seguido y estaba detrás de él !!
– ...y aquí este gentil caballero se ofrece para comprar la otra mitad –se apuró a agregar.
El jefe consintió la operación. El chico despachó la media sandia y el jefe lo llamó a la oficina de vuelta:
– Me di cuenta que casi te metiste en un lío hace un rato, pero zafaste muy bien pensando realmente rápido, y eso nos gusta acá. ¿De donde sos?
– De Flor de Oriente.
– Ajá... Y por qué te viniste para acá?
– No me gustaba para nada. En Flor de Oriente hay solamente prostitutas y jugadores de fútbol.
– ¡Mirá vos! Mi esposa es de alla.
¡No me diga! ¿Y en que equipo jugaba?.

El vendedor estrella

Un vendedor en su primer día de trabajo en una tienda de artículos variados. Cuando termina el día, su jefe le pregunta cómo le ha ido con las ventas, a lo que el novel vendedor responde:
– Pues, muy bien... hice una sola venta!
– ¿Cómo una sóla venta? ¡Pero si el promedio de ventas es de 30 ó 40 por día!
– Sí, pero la venta fue de 300.000 dólares!
– ¿300.00 dólares? ¿Y qué vendió?
– Bueno, mire... resulta que primero le vendí un anzuelo chiquito y un anzuelo más grande, uno de esos todos coloridos... pero le dije que tan buenos anzuelos merecían una caña buena... así que le vendí dos chicas y una enorme.
También le vendí carnada. Y como todo eso no lo iba a llevar en la mano, le vendí una hermosa valija para los artículos de pesca.
Como había estado nublado, le dije que podría llover... así que le vendí un capuchón de lluvia y todo un conjunto impermeable.
Nos pusimos a charlar y tampoco tenía linterna ni radio. Por lo que también se llevó eso. Le pregunté dónde pescaba y me dijo que le gustaba la pesca de mar... y le ofrecí el bote con motor fuera de borda, que también compró.
Cuando se iba me dijo: "Pero ese bote me va rayar todo el auto", entonces le vendí una Land Rover 4x4 que le encantó. Como iba a estar en el bote y el auto quedaba en el puerto, le instalamos un equipo de seguridad de última generación... y como la pesca era mar adentro, también decidió llevarse unas cuantas redes!
El jefe atormentado le dijo: "¿Y todo eso se lo vendió porque vino a comprar un par de anzuelos?"
– ¿Anzuelos? No!... el tipo vino a comprar toallas femeninas y entonces yo le dije: "Ya que se le dañó el fin de semana, ¿por qué no se va de pesca?

Cuestion de Recursos humanos

Un día, mientras camina por la calle una mujer de éxito, Directora de Recursos Humanos de una importante compañía multinacional, es trágicamente atropellada por un camión y muere. Su alma llega al paraíso y se encuentra en la entrada con San Pedro, que en persona le dice:
– "Bienvenida al paraíso. Antes de que te acomodes, parece que hay un problema: verás... muy raramente un directivo ha llegado aquí, y no estamos seguros de qué hacer contigo".
– "No hay problema, déjame entrar", le dice la mujer.
– "Bueno... me gustaría, pero tengo órdenes desde lo más alto. Lo que haremos será hacerte pasar un día en el infierno y otro en el paraíso, y luego podrás elegir dónde pasar la eternidad".
– "De hecho ya lo he decidido –responde la mujer–. Prefiero estar en el paraíso".
– "Lo siento, pero tenemos nuestras reglas", dice San Pedro, mientras acompaña a la Directora al ascensor y la ve bajar hasta el infierno.

Las puertas se abren y se encuentra justo en medio de un verde campo de golf. A lo lejos hay un club y de pie delante de ella están todos sus amigos y colegas, todos vestidos con traje de noche y muy contentos.
Corren a saludarla, la besan en las dos mejillas y recuerdan los buenos tiempos. Juegan un agradable partido de golf y luego por la noche cenan juntos en el club con langosta y caviar. Se encuentra también al Diablo, que de hecho es un tipo muy simpático y se divierte mucho contando chistes y bailando. Se está divirtiendo tanto que antes de que se dé cuenta es ya hora de irse. Así que todos le dan un apretón de manos y la saludan mientras sube al ascensor.
El ascensor sube y se reabre la puerta del paraíso, donde San Pedro la está esperando y le dice: "Ahora es el momento de pasar al paraíso". La mujer pasa las 24 horas siguientes paseando de nube en nube, tocando el arpa y cantando. Se divierte mucho y antes de que se dé cuenta las 24 horas ya han pasado y San Pedro va a buscarla. A su encuentro le dice:
– "Entonces, has pasado un día en el infierno y otro en el paraíso... Ahora debes elegir tu eternidad".
La mujer reflexiona un momento y responde:
– "Bueno, quiero decir que el paraíso ha sido precioso, pero creo que he estado mejor en el infierno...".
San Pedro la acompaña hasta el ascensor y otra vez baja hasta el infierno. Cuando las puertas del ascensor se abren, se encuentra en medio de una tierra desierta, cubierta de deshechos y desperdicios. Ve a todos sus amigos vestidos con trapos, recogiendo los desperdicios y metiéndolos en bolsas negras. El Diablo la alcanza y le pone un brazo en el cuello.
– "No entiendo... –balbucea la mujer–. Ayer estaba aquí y había un campo de golf y un club, y comimos langosta y caviar, y bailamos y nos divertimos mucho! Ahora todo lo que hay es una tierra desierta llena de desperdicios, y todos mis amigos parecen unos miserables!
El Diablo la mira, sonríe y le dice:
– "Ayer te estábamos reclutando... hoy eres parte del personal.”

Lecciones corporativas

LECCION UNO:
Un pollito amarillo se encontraba en el campo paseando distraídamente, cuando de repente apareció un gavilán que comenzó a sobrevolarlo con la clara intención de comérselo.
Al darse cuenta de su situación, el pollito se refugió debajo de una vaca y le pidió ayuda: "Señora vaquita, señora vaquita, por favor protéjame del gavilán".
La vaca, muy amable, depositó una bola de bosta encima del pollito con la intención de esconderlo del ave de rapiña. Cuando el pollito se vio sumergido en bosta, sacó la cabeza de la misma en busca de luz. Al asomarse afuera vio al gavilán, quien inmediatamente lo sacó de la bosta y se lo comió.
TIP GERENCIAL #1: No todo el que te llena de bosta es tu enemigo.
TIP GERENCIAL #2: No todo el que te saca de la bosta es tu amigo.
TIP GERENCIAL #3: Si estás de bosta hasta la coronilla, no digas ni pío.
LECCION DOS:
Un cuervo estaba sentado en un árbol, sin hacer nada en todo el día. Un pequeño conejo se dio cuenta de esto y le preguntó: “¿Puedo sentarme como tú y pasarme todo el día sin hacer nada?”
El cuervo respondió: "Claro, ¿por qué no?” El conejo se sentó en el suelo, y descansó. Repentinamente, apareció un lobo, saltó encima del conejo y se lo comió.
Moraleja: Para estar sentado sin hacer nada, debes estar muy, muy alto.
LECCION TRES:
Un pavo estaba hablando con un toro: “Me gustaría poder treparme al tope de ese árbol, pero no tengo energías", decía.
Bien, ¿por qué no pruebas un poco de mi bosta?, dijo el toro. Está llena de nutrientes. El pavo probó un poco de la bosta, y notó que realmente le dio suficiente fuerza para alcanzar la primera rama del árbol.
Al siguiente día, después de comer otro poco de bosta, alcanzó la segunda rama.
Finalmente, después de dos semanas, estaba orgullosamente trepado en el tope del árbol.
Más tarde, sin embargo, el pavo fue repentinamente tumbado del árbol por un campesino, que le disparó.
Moraleja: Puedes llegar al tope a base de pura bosta, pero ella no te mantendrá ahí.

Las edades del hombre
Dios creó al asno y le dijo: "Serás asno, trabajarás incansablemente de sol a sol, cargarás bultos, comerás hierbas, no tendrás inteligencia alguna. Vivirás 30 años y serás asno toda tu vida". Y éste le respondió: "Seré asno, trabajaré sin descanso de sol a sol, cargaré bultos y comeré hierbas. Pero vivir 30 años, Señor, es demasiado. Dame 10 años". Y Dios le dio 10 años.
Dios creó al perro y le dijo: "Serás perro. Cuidarás la casa de tus amos, los hombres. Serás su mejor amigo, comerás lo que te den. Vivirás 20 años y serás perro toda tu vida". Y éste le respondió: "Seré perro, cuidaré la casa de mis amos. Seré su mejor amigo y comeré lo que me den. Pero vivir 20 años, Señor, es demasiado. Dame solamente 10 años". Y Dios le dio 10 años.
Dios creó al mono y le dijo: "Serás mono, saltarás de rama en rama, serás divertido y algo payaso. Vivirás 20 años". Y éste le respondió: "Seré mono, pero vivir 20 años es demasiado. Dame apenas 10 años". Y Dios le dio 10 años.
Y Dios creó al hombre, único ser racional sobre la tierra. "Vivirás 30 años", le dijo. Y éste le respondió: "Es muy poco. Dame los 20 rechazados por el asno, los 10 que el perro no aceptó y los 10 que el mono no quiso".
El hombre vive 30 años como hombre; 20 como burro trabajando y cargando bultos en su espalda; se jubila y vive 10 años de perro, cuidando la casa y comiendo lo que le dan; y cuando llega a viejo, vive 10 años de mono, saltando de casa de un hijo a otro y haciendo payasadas para divertir a sus nietos.

El portero del prostíbulo


No había en el pueblo peor oficio que el de portero del prostíbulo. Pero ¿qué otra cosa podría hacer aquel hombre? De hecho, nunca había aprendido a leer ni a escribir, no tenía ninguna otra actividad ni oficio.
Un día, se hizo cargo del prostíbulo un joven con inquietudes, creativo y emprendedor, que decidió modernizar el negocio. Hizo cambios y citó al personal para darle nuevas instrucciones.
Al portero, le dijo:
– A partir de hoy usted, además de estar en la puerta, va a preparar un reporte semanal donde registrará la cantidad de personas que entran y sus comentarios y recomendaciones sobre el servicio.
– Me encantaría satisfacerlo, señor –balbuceó– pero yo no sé leer ni escribir.
– ¡Ah! ¡Cuánto lo siento!
– Pero señor, usted no me puede despedir, yo trabajé en esto toda mi vida.
– Mire, yo comprendo, pero no puedo hacer nada por usted. Le vamos a dar una indemnización hasta que encuentre otra cosa. Lo siento, y que tenga suerte.
Sin más, se dio vuelta y se fue. El portero sintió que el mundo se derrumbaba. ¿Qué hacer? Recordó que en el prostíbulo, cuando se rompía una silla o se arruinaba una mesa, él lograba hacer un arreglo sencillo y provisorio. Pensó que ésta podría ser una ocupación transitoria hasta conseguir un empleo. Pero sólo contaba con unos clavos oxidados y una tenaza derruida. Usaría parte del dinero de la indemnización para comprar una caja de herramientas completa.
Como en el pueblo no había una ferretería, debía viajar dos días en mula para ir al pueblo más cercano a realizar la compra. Y emprendió la marcha. A su regreso, su vecino llamó a su puerta:
– Vengo a preguntarle si tiene un martillo para prestarme.
– Sí, lo acabo de comprar pero lo necesito para trabajar... como me quedé sin empleo...
– Bueno, pero yo se lo devolvería mañana bien temprano.
– Está bien.
A la mañana siguiente, como había prometido, el vecino tocó la puerta.
– Mire, yo todavía necesito el martillo. ¿Por qué no me lo vende?
– No, yo lo necesito para trabajar y además, la ferretería está a dos días de mula.
– Hagamos un trato –dijo el vecino. Yo le pagaré los días de ida y vuelta más el precio del martillo, total usted está sin trabajar. ¿Qué le parece?
Realmente, esto le daba trabajo por cuatro días... Aceptó. Volvió a montar su mula. A su regreso, otro vecino lo esperaba en la puerta de su casa.
– Hola, vecino. ¿Usted le vendió un martillo a nuestro amigo... Yo necesito unas herramientas, estoy dispuesto a pagarle sus cuatro días de viaje, más una pequeña ganancia; no dispongo de tiempo para el viaje.
El ex-portero abrió su caja de herramientas y su vecino eligió una pinza, un destornillador, un martillo y un cincel. Le pagó y se fue.
Recordaba las palabras escuchadas: "No dispongo de cuatro días para compras". Si esto era cierto, mucha gente podría necesitar que él viajara para traer herramientas. En el viaje siguiente arriesgó un poco más de dinero trayendo más herramientas que las que había vendido. De paso, podría ahorrar algún tiempo en viajes.
La voz empezó a correrse por el barrio y muchos quisieron evitarse el viaje. Una vez por semana, el ahora corredor de herramientas viajaba y compraba lo que necesitaban sus clientes. Alquiló un galpón para almacenar las herramientas y algunas semanas después, con una vidriera, el galpón se transformó en la primera ferretería del pueblo. Todos estaban contentos y compraban en su negocio. Ya no viajaba, los fabricantes le enviaban sus pedidos. Él era un buen cliente. Con el tiempo, las comunidades cercanas preferían comprar en su ferretería y ganar dos días de marcha.
Un día se le ocurrió que su amigo, el tornero, podría fabricarle las cabezas de los martillos. Y luego, ¿por qué no?, las tenazas... y las pinzas... y los cinceles. Y luego fueron los clavos y los tornillos... En diez años, aquel hombre se transformó, con su trabajo, en un millonario fabricante de herramientas.
Un día decidió donar una escuela a su pueblo. En ella, además de a leer y escribir, se enseñarían las artes y oficios más prácticos de la época. En el acto de inauguración de la escuela, el alcalde le entregó las llaves de la ciudad, lo abrazó y le dijo:
– Es con gran orgullo y gratitud que le pedimos nos conceda el honor de poner su firma en la primera hoja del libro de actas de esta nueva escuela.
– El honor sería para mí –dijo el hombre–. Nada me gustaría más que firmar allí, pero yo no sé leer ni escribir; soy analfabeto.
– ¿Usted? –dijo el Alcalde, que no alcanzaba a creer–. Usted construyó un imperio industrial sin saber leer ni escribir? Estoy asombrado. Me pregunto, ¿qué hubiera sido de usted si hubiera sabido leer y escribir?
– Yo se lo puedo contestar –respondió el hombre con calma–. Si yo hubiera sabido leer y escribir... sería el portero del prostíbulo!
Generalmente los cambios son vistos como adversidades. Las adversidades encierran bendiciones. Las crisis están llenas de oportunidades. Cambiar puede ser tu mejor opción

Recuerda la fábula?
Una tortuga y una liebre siempre discutían sobre quién era más rápida. Para dirimir el argumento, decidieron correr una carrera. Eligieron una ruta y comenzaron la competencia. La liebre arrancó a toda velocidad y corrió enérgicamente durante algún tiempo. Luego, al ver que llevaba mucha ventaja, decidió sentarse bajo un árbol para descansar un rato, recuperar fuerzas y luego continuar su marcha. Pero pronto se durmió. La tortuga, que andaba con paso lento, la alcanzó, la superó y terminó primera, declarándose vencedora indiscutible.
Moraleja: Los lentos y estables ganan la carrera.

Pero la historia no termina aquí: la liebre, decepcionada tras haber perdido, hizo un examen de conciencia y reconoció sus errores. Descubrió que había perdido la carrera por ser presumida y descuidada. Si no hubiera dado tantas cosas por supuestas, nunca la hubiesen vencido. Entonces, desafió a la tortuga a una nueva competencia. Esta vez, la liebre corrió de principio a fin y su triunfo fue evidente.
Moraleja: Los rápidos y tenaces vencen a los lentos y estables.
Pero la historia tampoco termina aquí: Tras ser derrotada, la tortuga reflexionó detenidamente y llegó a la conclusión de que no había forma de ganarle a la liebre en velocidad. Como estaba planteada la carrera, ella siempre perdería. Por eso, desafió nuevamente a la liebre, pero propuso correr sobre una ruta ligeramente diferente. La liebre aceptó y corrió a toda velocidad, hasta que se encontró en su camino con un ancho río. Mientras la liebre, que no sabía nadar, se preguntaba "¿qué hago ahora?", la tortuga nadó hasta la otra orilla, continuó a su paso y terminó en primer lugar.
Moraleja: Quienes identifican su ventaja competitiva (saber nadar) y cambian el entorno para aprovecharla, llegan primeros.

Pero la historia tampoco termina aquí: el tiempo pasó, y tanto compartieron la liebre y la tortuga, que terminaron haciéndose buenas amigas. Ambas reconocieron que eran buenas competidoras y decidieron repetir la última carrera, pero esta vez corriendo en equipo. En la primera parte, la liebre cargó a la tortuga hasta llegar al río. Allí, la tortuga atravesó el río con la liebre sobre su caparazón y, sobre la orilla de enfrente, la liebre cargó nuevamente a la tortuga hasta la meta. Como alcanzaron la línea de llegada en un tiempo récord, sintieron una mayor satisfacción que aquella que habían experimentado en sus logros individuales.
Moraleja: Es bueno ser individualmente brillante y tener fuertes capacidades personales. Pero, a menos que seamos capaces de trabajar con otras personas y potenciar recíprocamente las habilidades de cada uno, no seremos completamente efectivos. Siempre existirán situaciones para las cuales no estamos preparados y que otras personas pueden enfrentar mejor.
La liebre y la tortuga también aprendieron otra lección vital: cuando dejamos de competir contra un rival y comenzamos a competir contra una situación, complementamos capacidades, compensamos defectos, potenciamos nuestros recursos... y obtenemos mejores resultados!

Chistes empresariales

Un abogado llega a su trabajo el primer día. Una secretaria entra en su despacho y le dice que tiene una visita; el abogado le dice que le haga pasar, entonces coge el teléfono y empieza:
_... Y dígale al señor Gómez que no estaremos dispuestos a aceptar menos de tres millones, y que no se moleste en llamar a menos que esté de acuerdo en esta base. ¿Está claro? (cuelga). Buenos días, ¿en qué puedo ayudarle?
- Buenas, vengo de la telefónica a conectarle el teléfono.
Real como la vida misma
El remero
En 1994, se celebró una carrera de remo entre empleados de una empresa japonesa y de otra española. Se dio la salida y los japoneses empezaron a destacar desde el primer momento, llegando a la meta con una hora de ventaja sobre el equipo español. La dirección de la empresa española analizó las causas de tan amarga derrota y advirtió que el equipo japonés estaba compuesto por 10 remeros y un jefe de equipo, mientras que la tripulación española la componían 10 jefes de equipo y un remero, por lo que decidió adoptar las medidas adecuadas.
En 1995, la tripulación japonesa llegó dos horas y media antes que la española. La Dirección se volvió a reunir, y tras un sonoro rapapolvo a la Gerencia, concluyeron que los japoneses habían repetido estrategia (10 remeros y 1 jefe de equipo), mientras que la innovadora tripulación española, remozada tras las eficaces medidas tomadas el año anterior estaba compuesta por 1 jefe de equipo, 2 asesores de gerencia, 7 jefes de sección y 1 remero. La conclusión de la dirección fue unánime: el remero es un incompetente.
En 1996 tras encargar una innovadora trainera al departamento de nuevas tecnologías, la ventaja de los japoneses fue de cuatro horas. El equipo directivo reunido para analizar las causas del nuevo desastre comprobó que el equipo nipón había optado por la ya tradicional formación (1 jefe de equipo y 10 remeros), mientras que el equipo español, tras una auditoría externa y el asesoramiento especial del departamento de Organización, optó por una formación mucho más vanguardista: 1 jefe de equipo, 3 jefes de sección con plus de productividad, 2 auditores de Arthur Andersen y cuatro vigilantes del jurado que no quitaban ojo al único remero de la tripulación, al que habían amonestado y castigado quitándole los pluses e incentivos tras el fracaso anterior.
Tras varias horas de reuniones, se acordó que, para la regata de 1997, el remero sea de una contrata externa, "toda vez que, a partir de la vigesimoquinta milla, se ha venido observando cierta dejadez en el remero de plantilla, actitud que roza el pasotismo al llegar a la línea de meta"

Comunicaciones inadecuadas en el cuartel
El Coronel al capitán:
Mañana a las nueve, habrá un eclipse de sol, fenómeno que no pasa cada día. Ordene que salga la tropa al patio en vestido de campaña para que puedan observar esta rareza natural, y yo estaré presente para explicarla. Si llueve no se verá nada, por tanto, ordenará que se lleve la tropa al gimnasio.
El capitán al teniente:
Por orden del coronel, mañana habrá un eclipse de sol. Si llueve no se podrá ver desde el patio, en consecuencia, en vestido de campaña, el eclipse tendrá lugar en el gimnasio, fenómeno que no ocurre cada día.
El teniente al sargento:
Mañana a las nueve, en vestido de campaña, el coronel eclipsará al sol en el gimnasio, fenómeno que pasa cada día si hace buen tiempo. Si llueve, el acto tendrá lugar en el patio.
El Sargento al cabo:
Mañana a las nueve, el eclipse de coronel en vestido de campaña por el sol, tendrá lugar en el gimnasio. Si allí llueve, fenómeno que no pasa cada día, la tropa formará en el patio.
Comentarios entre la tropa:
Mañana, si llueve, el sol eclipsará al coronel en el gimnasio. Lástima que este fenómeno no pase cada día.


De lógica aplastante


Aprender a pensar
El señor Ernest Rhuterford, Presidente de la Sociedad Real Británica y Premio Nobel de Química en el año 1908, contaba la siguiente anécdota.
Hace algún tiempo, recibí la llamada de un colega. Estaba a punto de poner un cero a un estudiante por la respuesta que había dado en un problema de Física, pese a que este afirmaba con rotundidad que su respuesta era absolutamente acertada. Profesores y estudiante acordaron pedir arbitraje de alguien imparcial y fui elegido yo. Leí la pregunta del examen y decía: Demuestre cómo es posible determinar la altura de un edificio con la ayuda de un barómetro.
El estudiante había respondido: «Lleva el barómetro a la azotea del edificio y átale una cuerda muy larga. Descuélgalo hasta la base del edificio, marca la cuerda y mide. La longitud de la cuerda será a igual a la longitud del edificio.»
Realmente el estudiante había planteado un serio problema con la resolución del ejercicio, porque había respondido a la pregunta completa y correctamente. Por otro lado, si se le concedía la máxima puntuación, podría alterar el promedio de sus estudios, obtener una nota más alta y así certificar su alto nivel en Física, pero la respuesta no confirmaba que el estudiante tuviera este nivel. Sugerí que se le diera al alumno otra oportunidad. Le concedí seis minutos para que me respondiera la misma pregunta, pero esta vez con la advertencia de que en la respuesta debería demostrar sus conocimientos de Física. Habían pasado cinco minutos y el estudiante no había escrito nada. Le pregunté si deseaba marcharse, pero me contestó que tenía muchas respuestas al problema. Su dificultad era elegir la mejor de todas. Me excusé por interrumpirle y le rogué que continuara. En el minuto que le quedaba escribió la siguiente respuesta: «Toma el barómetro y lánzalo al suelo desde la azotea del edificio y calcula el tiempo de caída con un cronómetro. Después aplica la fórmula
Altura = 0,5 x g x t2. Así obtendrás la altura del edificio.»
En este punto le pregunté a mi colega si el estudiante se podía retirar. Le dio la nota más alta. Tras abandonar el despacho, me reencontré con el estudiante y le pedí que me contara sus otras respuestas a la pregunta.
-Bueno –respondió–, hay muchas maneras. Por ejemplo, tomas el barómetro en un día soleado y mides la altura del barómetro y la longitud de su sombra. Si medimos a continuación la longitud de la sombra del edificio y aplicamos una simple proporción obtendremos también la altura del edificio.
-Perfecto –le dije–.¿Y de qué más maneras?
-Sí –contestó–; éste es un procedimiento muy básico para medir un edificio, pero también sirve. Tomas el barómetro y te sitúas en las escaleras del edificio en la planta baja. Según subes las escaleras, vas marcando la altura del barómetro y cuentas el número de marcas hasta la azotea. Por último multiplicas la altura del barómetro por el número de marcas que has hecho y ya tienes la altura. Éste es un método muy directo. Por supuesto, si lo que quiere es un procedimiento más complejo, puede atar el barómetro a una cuerda y moverlo como si fuera un péndulo. Si calculamos que cuando el barómetro está a la altura de la azotea la gravedad es cero y si tenemos en cuenta la medida de la aceleración de la gravedad al descender el barómetro en trayectoria circular al pasar por la perpendicular del edificio, de la diferencia de estos valores y aplicando una sencilla fórmula trigonométrica podríamos calcular sin dudas la altura del edificio. En este mismo género: atas el barómetro a la cuerda y lo descuelgas desde la azotea a la calle. Usándolo como un péndulo puedes calcular la altura midiendo su período de precesión.
-En fin, existen otras maneras. Probablemente –siguió– la mejor sea tomar el barómetro y golpear con él la puerta de la casa del portero. Cuando abre, le dices: "Señor portero, aquí tengo un bonito barómetro. Si usted me dice la altura de este edificio, se lo regalo.»



Breves...DE ESTADISTICA

La tasa de natalidad es el doble que la tasa de mortalidad; por lo tanto, una de cada dos personas es inmortal.
El no tener hijos es hereditario; si tus padres no tuvieron ninguno, lo mas probable es que tu tampoco los tengas
En Nueva York un hombre es atropellado cada diez minutos. El pobre tiene que estar hecho polvo.
La probabilidad de tener un accidente de tráfico aumenta con el tiempo que pasas en la calle. Por tanto, cuanto mas rápido circules, menor es la probabilidad de que tengas un accidente.

De matemáticos, ingenieros, informáticos...
Comprenda a los ingenieros
Comprenda a los Ingenieros - Lección Uno
Dos estudiantes de ingeniería iban andando por el campus cuando uno de ellos pregunta al otro: - ¿De dónde has sacado esa 'peazo' moto? - Bueno, -contesta el otro- iba yo caminando ayer, pensando en mis cosas, cuando una chica guapísima apareció montada en esta moto. Entonces, la dejó caer al suelo, se desnudó y dijo: "Toma lo que quieras".
El primer estudiante asintió con la cabeza: - Buena elección; probablemente la ropa no habría sido de tu talla.

Comprenda a los Ingenieros - Lección Dos
Para el optimista, el vaso está medio lleno. Para el pesimista, el vaso está medio vacío. Para el ingeniero, el vaso es dos veces mayor de lo necesario.
Comprenda a los Ingenieros - Lección Tres
Un cura, un médico y un ingeniero estaban una mañana jugando al golf. Quiso la suerte que delante de ellos estuviera jugando otro grupo de golfistas bastante lento, por lo que todo el rato tenían que estar esperando.
- ¿Qué pasa con estos tíos? -se queja el ingeniero- ¡Debemos de llevar esperando 15 minutos! - ¡No sé, pero nunca he visto tanta ineptitud! -interviene el médico-. - Hey, aquí llega el jardinero, -informa el cura- Vamos a preguntarle..... Hola, George.Oye, ¿qué pasa con ese grupo que va delante de nosotros?. ¿Son un poquillo lentos, no?.
- Oh, sí, es que es un grupo de bomberos ciegos -contesta el jardinero- Perdieron la vista por salvar de las llamas la sede de nuestro club el año pasado, y en compensación les dejamos jugar siempre gratis.
El grupo se quedó callado un momento. - !Qué triste¡ -dijo el cura-. Rezaré una plegaria especial por ellos esta noche. - Buena idea -añade el médico-. Pues yo voy a contactar con un colega mío que es oftalmólogo para ver si se puede hacer algo por ellos.
- ¿Y por qué no juegan de noche? -dice el ingeniero-.

Comprenda a los Ingenieros - Lección Cuatro
Había una vez un ingeniero que tenía un don excepcional para arreglar cualquier aparato mecánico. Después de trabajar lealmente para su empresa durante más de treinta años, se jubiló felizmente.
Algunos años más tarde, la empresa contactó con él por un problema al parecer imposible de resolver que tenían en una máquina valorada en millones de dólares.
Habían intentado todo para volver a poner en marcha la máquina pero sin resultado. Desesperados, llamaron al ingeniero jubilado que en el pasado había resuelto tantos problemas. El ingeniero aceptó el reto encantado.
Se pasó el día estudiando la inmensa máquina. Al final del día, marcó una pequeña 'x' con tiza sobre un cierto componente de la máquina y dijo "Aquí es donde está el problema".
El componente se cambió y la máquina volvió a trabajar perfectamente.
La empresa recibió del ingeniero una factura de 50.000 dólares por sus servicios. Ante la petición de la empresa de una descripción detallada de la factura, el ingeniero respondió escuetamente:
Por la marca de tiza: 1 dólar Por saber dónde ponerla: 49.999 dólares
Se le pagó hasta el último centavo y el ingeniero volvió a su apacible retiro.

Comprenda a los Ingenieros - Lección Cinco
- ¿Cuál es la diferencia entre los Ingenieros Mecánicos y los Ingenieros Civiles?
- Los Ingenieros Mecánicos construyen armas. Los Ingenieros Civiles construyen los blancos.
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Cortos

Cariño, he pensado que... cuando uno de los dos falte, me iré a una residencia (la mujer al marido).
Dichos:
No soy un completo inútil... por lo menos sirvo de mal ejemplo.
Lo importante no es saber, sino tener el teléfono del que sabe.
Es bueno dejar la bebida, lo malo es no acordarse dónde.
La verdadera felicidad está en las pequeñas cosas: una pequeña mansión, una pequeña fortuna.
Si buscas una mano dispuesta a ayudarte, la encontrarás al final de tu brazo.
El que ríe el último piensa más lento.
Si no puedes convencerlos, confúndelos.

LA HUMILDAD DE UN GIGANTE…
Hace mucho tiempo, un sargento de un batallón insultaba y reprendía fuertemente a los soldados, que no podían sacar un vehículo atascado en el fango. En ese momento se presentó un señor de figura alta y delgada. Observó la situación y preguntó al sargento porque no ayudaba a los soldados. "Por qué he de hacerlo? Yo soy el sargento", contestó con altanería. Sin pérdida de tiempo, el hombre recién llegado, alto y flacucho, se quitó la chaqueta y se unió a los soldados en la dura faena de sacar el vehículo del lodazal en que estaba sumergido. Terminada la tarea, ese hombre se lavó las manos en un pozo de agua, se puso la chaqueta y dijo al sargento: "Cuando usted necesite de mi ayuda, ruegote llamarme, que con mucho gusto le ayudaría. -Y quien es usted? - le preguntó el sargento: "-Yo soy ABRAHAM LINCOLN, presidente de la Nación."
No todo es como parece
1) Si ustedes conocieran a una mujer sifilítica que esta embarazada, que ya tiene ocho hijos, tres de los cuales son sordos, dos son ciegos y uno es retrasado mental, ¿le recomendarían que abortara? Lean la próxima pregunta antes de contestar esta.

2) Es tiempo de elegir a un líder mundial y el voto de ustedes cuenta. Estos son los hechos de los tres candidatos: Candidato A : se lo asocia con políticos corruptos y suele consultar a oráculos y videntes. Ha tenido dos amantes. Fuma un cigarrillo detrás de otro y bebe de 8 a 10 martinis por día. Candidato B: lo echaron del trabajo dos veces, duerme hasta tarde, usaba opio en la universidad y toma un cuarto de botella de whisky cada noche. Candidato C: Es un héroe condecorado de guerra. Es vegetariano, no fuma, toma de vez en cuando alguna cerveza y no ha tenido relaciones extra matrimoniales. ¿Cuál de estos candidatos elegirían?

El candidato A es Franklin D. Roosevelt. El candidato B es Winston Churchill. El candidato C es Adolph Hitler. Y de paso..., la respuesta a la pregunta del aborto... si contestaron que sí... acaban de matar a Beethoven.

No todo es lo que parece. Lo importante de las personas son ellas mismas y no su pasado o su apariencia.


ASISTENCIA TÉCNICA.

El marido está viendo un partido de fútbol, cuando su mujer sale de casa, regresa enseguida y lo interrumpe.
Querido, ¿Puedes revisar mi carro? El carro dejó de funcionar apenas lo saqué del garaje...
El la miró y respondió con rabia:
¿Arreglar tu carro? ¿Acaso estas viendo el logo de la
CHEVROLET en mi frente?
La esposa le dice entonces, ¿puedes arreglar la puerta de la nevera? no está cerrando bien......
Y el respondió: ¿Arreglar la puerta de la nevera? ¿Acaso
estás viendo el logo de la LG en mi frente?
Está bien........... entonces ¿puedes al menos cambiar el
bombillo de la puerta de entrada? Está quemado hace semanas....

Y el marido le dice:
¿Cambiar el bombillo la puerta de entrada? Acaso estás viendo
el logo de la PHILLIPS en mi frente?

¡Yo no te aguanto mas! ¡Me voy al bar!
Se fue al bar y bebió por algunas horas. Y comenzó a sentirse culpable por la forma como trató a su esposa y decidió volver a casa y ayudarla.
Cuando llegó, vio que el carro estaba arreglado y en el
garaje. Al entrar a la casa, la luz de la puerta estaba encendida.
Fue a coger una cerveza y notó que la puerta de la nevera había sido arreglada.
Querida, ¿todas las cosas están funcionando bien cosas? ¿Qué pasó?

Pues mira, cuando tu te fuiste al bar me senté llorando a la entrada de la casa.
Entonces un joven muy simpático me preguntó que me pasaba y yo le conté.
El se ofreció a ayudarme, en todo, y como agradecimiento, lo único que tenia que hacer era escoger entre irme a la cama con él o hacerle una hamburguesa.
El marido preguntó: Entonces,
¿que tipo de hamburguesa
hiciste para él, mi amor?

Ella respondió: !!! ¿Acaso, estás viendo el logo de " Mc
Donalds" en mi frente?
Moraleja de la historia:
Quién no da asistencia técnica, le abre
espacio a la competencia

Caso 1: El uso de la información.

Un hombre se va a dar una ducha en el momento que su esposa está terminando de hacerlo. En ese preciso instante suena el timbre de la puerta.

Después de algunos segundos de duda, ambos deciden que ella irá, por lo cual se envuelve en una toalla, va, abre la puerta y se encuentra con el vecino de al lado de casa. Antes de que ella pronuncie una palabra el vecino le dice: Le doy 100 soles si deja caer la toalla en el suelo. Ella piensa unos segundos, se decide, deja caer la toalla y se queda desnuda frente al vecino que, después de unos segundos, mete la mano en el bolsillo, saca 100 soles, se los entrega, da media vuelta y se va.
Aún confundida, cierra la puerta rápidamente, se envuelve otra vez en la toalla y vuelve al baño a secarse el pelo. Cuando llega, su marido le pregunta quién había tocado el timbre.

- El vecino de al lado -, dice ella y el marido le pregunta:
- ¿Te devolvió los 100 soles que le presté?

LECCIÓN 1:
Si usted comparte información crítica con sus asociados, principalmente sobre créditos y riesgos, evitará situaciones indeseables.

Caso 2: Estar bien informado.


Un cura va conduciendo cuando ve una monja parada a un lado de la carretera esperando el autobús. El cura se detiene y le ofrece llevarla hasta el pueblo más próximo. La monja acepta y pone el equipaje en el asiento trasero. Al sentarse, su hábito se abre un poco y deja ver una hermosa pierna.

Cuando el cura lo advierte casi ocurre un accidente, consigue controlar el coche aunque no resiste la tentación y pone la mano en la pierna de ella.

La monja mira al cura y le dice:

- Padre, recuerde el Salmo 129.

El cura retira rápidamente su mano y pide disculpas pero sus ojos se resisten a dejar de mirar la pierna, por lo que, poco después, su mano salta de la palanca del cambio esta vez a la rodilla de la monja:
- Padre, recuerde el salmo 129- reitera la monja.

El cura, contrariado retira la mano y trata de disculparse:
- La carne es débil, hermana...

Llegan a su destino y ella mira al cura significativamente y le agradece el favor de haberla acercado a su destino.

El cura prosigue su viaje y cuando llega a su destino corre a ver lo que dice el salmo 129:
- "Sigue adelante e inténtalo. Alcanzarás la gloria".

LECCIÓN 2:
Esté informado al máximo sobre temas relacionados con su trabajo o se expone a perder grandes oportunidades.

Caso 3: Cómo reaccionar ante una situación desfavorable.

Un joven de la ciudad se fue al campo y le compró un burro a un viejo campesino por Lps.200. El anciano acordó entregarle el animal al día siguiente. Pero al día siguiente el campesino le dijo:

- Lo siento, hijo, pero tengo malas noticias. El burro murió.
- Bueno, entonces, devuélvame mi dinero.
- No puedo; lo he gastado ya.
- Bien, da igual, entrégueme el burro.
- Y, ¿para qué? ¿qué va a hacer con él?
- Lo voy a rifar.
- ¡Estás loco! ¿Cómo vas a rifar un burro muerto? - Es que no voy a decir a nadie que está muerto, por supuesto.
Un mes después de este suceso se volvieron a encontrar el viejo vendedor y el joven comprador.
- ¿Qué pasó con el burro?
- Lo rifé. Vendí 100 numeros a 20 lempiras y gané 800 lempiras.
- ¿Y nadie se quejó?
- Sólo el ganador, pero a él le devolví sus 200 lempiras.

LECCIÓN 3:
Ejemplo de cómo convertir una situación desfavorable en un éxito.

CASO 4: Sobre la información correcta y veraz.

Un reo, condenado a cadena perpetua por asesinato premeditado y alevoso, se evade de la prisión después de pasar 22 años en la cárcel. Al huir entra en una casa en la que duerme una joven pareja. El reo ata al hombre en una silla y a la mujer en la cama. A continuación acerca su rostro al cuello de la mujer y sale de la habitación.

Arrastrando la silla el hombre se acerca desesperadamente a su mujer y le dice:
- Mi amor, este hombre no ha visto una mujer en años. Le vi besando tu cuello y aprovechando que ha salido quiero pedirte que cooperes con él y hagas todo lo que te pida. Si quiere tener sexo contigo no lo rechaces y finge que te gusta. No le hagas enojar. ¡Nuestras vidas dependen de ello!

Sé fuerte, mi vida; yo te amo. La joven esposa le dice al marido:
- Querido estoy complacida de que pienses así. Efectivamente ese hombre no ha visto en muchos años una mujer, pero no estaba besando mi cuello. Estaba diciéndome al oído que tú le gustas y quería saber si guardábamos la vaselina en el baño. ¡Sé fuerte, mi vida! ¡¡Yo también te amo !!

LECCIÓN 4:
No estar informado verazmente puede acarrear serios inconvenientes. La información pronta y exacta es fundamental para sortear con éxito el ataque de la competencia desleal y así evitar ingratas sorpresas.

CASO 5: Sobre los planes estratégicos.


Un muchacho entra en una farmacia y dice al farmacéutico:

- Señor, déme un preservativo. Mi enamorada me ha invitado esta noche a cenar en su casa y está que se derrite por mí, así que esta noche pretendo calmarla.

El boticario le despacha el preservativo y cuando el joven va a salir, vuelve sobre sus pasos y dice:

- Será mejor que me de usted otro preservativo porque la hermana de mi enamorada que es un bombón, me hace unos cruces de piernas que le veo hasta las entrañas, y como voy a ir a cenar a su casa...

Toma el segundo preservativo, piensa un momento y... - Déme uno más porque la madre de mi chica, que está de muerte la señora, cuando no está mi enamorada delante me hace unas insinuaciones que... y como voy a ir a cenar a su casa esta noche...
Llega la hora de la cena y el muchacho tiene a un lado a su novia, al otro a la hermana y enfrente la mamá de ambas. En ese instante llega el padre que se sienta al frente de la mesa. El muchacho baja la cabeza y empieza a rezar:
- ¡Señor te damos gracias por los alimentos....
Pasa un minuto y el chico sigue rezando:
- ¡Gracias Señor por...!
A los diez minutos de rezos y oraciones la enamorada le dice :
- No sabía que fueras tan religioso.
- Ni yo que tu padre era el farmacéutico.

LECCIÓN 5:
No comente los planes estratégicos de la empresa a desconocidos porque la falta de confidencialidad le puede destruir su propia organización.

Caso 6. El lugar del jefe

Un vendedor, un empleado administrativo y el gerente caminan al almuerzo cuando encuentran una antigua lámpara de aceite.
La frotan y un Genio aparece envuelto en una nube de humo.
- Como generalmente otorgo tres deseos, les voy a dar uno a cada uno - dice el Genio.
- ¡A mi primero! ¡Yo primero! -porfía el empleado administrativo.
- Quiero estar de vacaciones en el Caribe Y ... Puf ... desaparece.
Sin salir de su asombro, el vendedor grita:
-Ahora a mi! ... Quiero estar en Hawai, descansando
en la playa con mi masajista personal, con una inagotable provisión de cerveza y con una top model. Y ... Puf ... desaparece.
- Bueno, ahora te toca a ti -le dice el Genio al gerente.
- Quiero que esos dos vuelvan a trabajar después del almuerzo -dice el gerente.
Conclusión: Siempre hay que dejar que el jefe hable el primero.